Hoy quisiera escribir algo sobre una de las regiones más hermosas y primigenias de la tierra, cuna de muchas leyendas y poseedora de uno de los ecosistemas más particulares del planeta, una de los últimos paraísos naturales, verdadero laboratorio de la madre naturaleza y pletórico de una gran biodiversidad que se encuentra en un delicado equilibrio, y en una guerra constante con la modernidad y el avance de la civilización moderna que inexorablemente, y poco a poco esta usurpando su espacio, alterando el equilibrio natural y disminuyendo uno de los últimos remansos impolutos de naturaleza y de los grandes y cada vez más escasos, pulmones vegetales del planeta.
Señores, su majestad La Gran Sabana.
2.000.000.000 millones de años puede escribirse como un 2
seguido de 9 ceros, pero también podría escribirse como la edad aproximada del
Macizo Guayanés, parte fundamental del patrimonio geográfico venezolano e
importante testigo del pasado geológico de la tierra.
Había pasado mu poco tiempo, desde que emergieron
tímidamente las primeras formaciones rocosas de las primitivas aguas, que para
aquel entonces bañaban completamente al novel planeta. Formando así una de las
primeras extensiones continentales de la tierra. Pangea es el nombre que se le
ha dado a aquel primer súper-continente, muy distinto a los existentes hoy en
día.
En aquel remoto pasado, las aguas no hacia mucho que habían
enfriado la hirviente faz del planeta. Y al abrigo de aquellos todavía cálidos
océanos, bañados por todo tipo de radiaciones y precipitaciones, y rodeados por
una atmosfera completamente distinta a la actual, se daba lugar a un complejo y
aleatorio numero de reacciones químicas, de las que felizmente y casi al azar
se originaria la vida en aquel caldo primigenio llamado mar.
Las espesas olas de ese ignoto y remoto océano, bañaban las
costas de aquella primitiva súper isla continental. Que colores tendrían aquellos
paisajes, como seria el color del cielo en aquellas fechas, en las que la atmósfera no era el manto diáfano y claro que nos envuelva hoy en día. De que
color serian las olas y la espuma de aquellos mares, es algo que nos estará
vedado, pudiendo acercarnos hoy solamente a través de los datos aportados por
la investigación científica. Pero de lo único que podemos estar claros, es que
en aquella tierra se encontraban parte de lo que ahora es conocido como Macizo
o Escudo Guayanés, y a lo que geológicamente pertenece una importante región
conocida hoy en dia como una de las maravillas naturales del mundo. Esta con su
gran cantidad de tepuyes y serranías, forma una de las zonas más bellas de
Venezuela y del mundo, recibiendo el conjunto por nombre la “Gran Sabana”.
Mucho tiempo después ya raíz del éxito de una celebre novela de aventuras, la
región se daría a conocer como ”El Mundo
perdido”. Pero hace ya 510 años atrás un humilde marino genovés, en pos de una
histórica gesta y aunque el personalmente nunca seria testigo de tanta belleza,
le daría un nombre mucho más hermoso a una amplia y bella región por el
descubierta, la “Tierra de Gracia”. Así
deberían ser llamados aquellos parajes donde para regocijo del espíritu, el
tiempo parece haberse detenido e inclusive en algunos sitios parece correr
hacia atrás.
Auyantepuy, Canaima, Roraima, Sarisariñama, son solo algunos
de los nombres de aquellos monumentos pétreos o maravillas que la naturaleza a
creado a lo largo de millones de años, de un constante esculpir y trabajar
sobre aquellas primitivas moles rocosas, utilizando como sencillas herramientas
el agua, las lluvias y el viento, en unión del inexorable y lento paso del
tiempo.
Desde siempre estas regiones han despertado la curiosidad e
imaginación de los más diversos hombres, haciéndola poseedora de los más
extravagantes e insólitos tesoros. Ciudades míticas, utopías y los más
fascinantes seres han encontrado refugio allí, secreto escondite de las más
diversas fantasías, anhelo inconsciente del hombre a través de las más antiguas
épocas. Pero hoy sabemos que su más valioso tesoro lo constituye la gran
reserva ambiental y natural que forma toda aquella región, tan prodiga en
recursos, y en la que nos debemos comprometer para preservar como lo es hoy en
día, una de las ultimas regiones casi vírgenes del planeta.
Pero para aprender a conservar y a querer a esta tan vasta
región, debemos primero conocer algo de su historia. Historia muy rica y
variada que resumiremos dividiéndola entres partes : La historia geológica, a
historia biológica y la historia humana.
HISTORIA GEÓLOGICA:
La gran sabana se halla asentada en la formación geológica
denominada Escudo Guayanés. Este esta formado por una de las rocas más antiguas
del planeta, siendo las más antiguas de Venezuela y es la provincia
fisiográfica más extensa del país, ocupando el 45% de su superficie.
Geológicamente esta dividido en las siguientes unidades:
- El Pre-Cámbrico metamorfizado.
- El complejo de Imataca. Los grandes yacimientos de hierro
de esta región están asociados a este complejo.
La unidad superior, el Pre-Cámbrico metamorfizado agrupa las
rocas de la asociación Pastora-Carichapo, constituido entre otras por
orto-anfibolitas, meta conglomerados, esquistos verdes, meta-grauvacas,
meta-tobas, meta-limonitas, jaspes, cuarcitas y algunas rocas manganésicas así
como además complejos de rocas ígneas y metamórficas no separadas.
Las altiplanicies de la Gran sabana constituyen parte de una
espesa secuencia sedimentaria, que forma una amplia cobertura tubular de plataforma,
la que continua en Brasil y Guayana, conocida como Formación Roraima. Esta
compuesta por capas horizontales de cuarcitas, areniscas arkosicas con
estratificación cruzada y cantidades subordinadas de lutitas y jaspes.
También se encuentran en el Escudo Guayanés, rocas ígneas de diversas clases,
encontrándose algunas de edades aproximadas de entre 2.000 y 1.800 millones de
años de antigüedad (Granitos). Algunas rocas ígneas de la Formación Roraima
tienen unos 1.700 millones de años de edad.
Topográficamente la región se extiende por casi 75.000 Km2
en le extremo sur oriental del Estado bolívar, abarcando una amplia
altiplanicie con alturas de entre 350 mts s.n.m hasta los 800 mts s.n.m, la que se encuentra ubicada en la
cuenca del rio Caroni, región de gran riqueza en recursos hidrológicos.
Suaves valles, cruzados por innumerables y no contaminados ríos.
Enormes sabanas, bosques dispersos, selvas y la presencia de formaciones
rocosas impresionantes donde los majestuosos gigantes de arenisca o tepuyes,
semejan solitarios guardianes los que cobijan a las nubes en sus altas cumbres.
Algunos de ellos como el Roraima con 2723 mts de altura, el Auyantepuy con
alturas entre los 2400 mts y los 1600 mts, con la espectacular cascada El Salto
Ángel de casi 1000 mts de caída y el Uri-Tepuy de casi 1600 mts entre otros.
El clima predominante es el del tipo tropical húmedo, con
temperaturas medias anuales entre los 25ºC a 30ªC, aunque dependiendo de la
altitud podríamos hablar de varios tipos de climas en tan vasto territorio,
aunque en algunas zonas predomina un clima del tipo templado con promedios que
rondan los 20ªC, llegando inclusive a los 15 y 5ªC en las altas cumbres de los
tepuyes. Las lluvias en la región predominan durante casi todo el año.
HISTORIA BIOLÓGICA:
La sabana constituye el principal ecosistema de la región,
alternándose con bosques, matorrales, arbustos y otras formaciones vegetales.
Diversos representantes del reino vegetal se encuentran allí. Helechos de todo
tipo, palmas, musáceas, laureles, sapotáceas, annonaceas, una amplia variedad
de epifitas, gramíneas, aráceas y en especial las más bellas orquídeas y exóticas bromelías.
Particularmente estas ultimas, las que se presentan en gran variedad le da el carácter
único a la región por su gran contenido y diversidad de especies.
Con respecto a la fauna y para desconsuelo de muchos
soñadores, los dinosaurios y animales prehistóricos, no forman parte de esta. La
fauna de esta región ocupa principalmente los bosques, las selvas montañosas y
la densa vegetación a orillas de los ríos.
El habitad ocupado por la fauna en esta región comprende los
bosques de sabana, las selvas montañosas y la densa vegetación a la orilla de
los ríos.
Predomina una fauna típicamente sabanera que incluye
cachicamos (armadillos), osos hormigueros palmeros, roedores, gran profusión de
garzas y aves, loros, guacamayas, babas, chigüires, serpientes cazadoras,
cascabeles, una inmensa variedad de insectos donde muchas de ellas son aun hoy
desconocidas para la ciencia, además de una gran variedad de tortugas, reptiles
y sapos y ranas, contando con especies únicas en el mundo y que solo existen en
aquella región.
En los bosques y selvas tiene su hogar un amplio número de
felinos sudamericanos, lapas, báquiros o cochinos de monte, puerco espines,
monos, perros de monte, etc, y una gran
variedad de culebras y serpientes, destacando especialmente las enormes boas
tragavenados.
Con respecto a la fauna de las altas cumbres de los tepuyes,
esta muestra densidades poblacionales muy bajas, encontrándose interesantes
adaptaciones al medio particularmente entre los anfibios, lo que permite la
supervivencia en unas condiciones ambientales tan especificas y duras. Además, están
han servido como islas en el tiempo, donde se han conservado hasta nuestros
días, algunas especies únicas y desconocidas para la ciencia.
HISTORIA HUMANA:
Se piensa que la zona ya albergo a primitivas comunidades de
cazadores-recolectores hace 9.000 o 10.000 años, los que quizás se dedicarían a
prodigiosas faenas de caza de los gigantescos mamíferos de finales del periodo
Pleistoceno, así como de otros animales ya extintos. Posibles evidencias de algún
tipo de civilización aldeana, sedentaria y agricultora, se perciben por las
posibles relaciones que pueden haber existido con otros antiguos pueblos
cercanos a la región. Percepciones que pertenecen al reino de la especulación,
ya que hasta ahora esos secretos permanecen enterrados en la selva. Tal vez algún
día se pueda arrojar con claridad alguna luz sobre el asunto. La etnia que
ocupa hoy tan amplio territorio, es la constituida por los indígenas Pemón, de
definidos rasgos culturales.
Se cree que lo Pemón hicieron de la Gran Sabana su hábitat quizás
huyendo de la dominación o entorno de los aguerridos Caribes. Allí en esa
región casi inaccesible desarrollaron su rudimentaria y tranquila civilización.
Los primeros contactos con el hombre blanco ocurren en 1750 con misioneros de
la orden de los Capuchinos.
Las primeras expediciones por el majestuoso rio Orinoco y
por ende, sus cercanías, tienen ligar gracias a la búsqueda del mítico “El
Dorado”. Diego de Ordaz (1531) fue el primero, luego le seguirían Antonio de
Berrio (1584), Sir Walter Raleigh (1595), más tarde se uniría a este afán de exploración
de aquellos nuevos territorios la leyenda
de una enorme y misteriosa laguna donde se podían encontrar extraordinarios
tesoros “ Maroa”, meta también de aquellos buscadores de oro, joyas y
deslumbrantes riquezas sin limite. En 1595 se funda la primera población en
aquella ignota región, San Tome de Guayana. En 1724 se fundan las primeras
Misiones del Caroni, por los frailes Capuchinos, las que durarían casi un
siglo, hasta 1817, y con las que gracias al contacto con los Pemón se empezaría
penetrar propiamente la Gran Sabana. Las guerras por la Independencia de
Venezuela terminaría con aquellas misiones.
A mediados del siglo XIX el viajero Robert Schomburgk visito
en dos ocasiones la región del Roraima, en expediciones procedentes desde
Guayana. Karl Ferdinand Appun alcanza al Roraima en 1864. En 1884, Everhand Im
Thurn y Harry Perkins fueron los primeros hombres occidentales en llegar a la
Cumbre del Roraima. Sus informes publicados en 1885 inspiraron la escritor
Artur Conan Doyle para crear su fantástica novela “El Mundo Perdido” en 1912.
En 1890 el general venezolano Nicolas Meza exploras las extensas sabanas
cercanas a aquella formación rocosa. Theodor Koch Grunberog escala en solitario el Roraima llegando a su cumbre
en 1911. En 1924 se fundan nuevamente las Misiones del Caroní.
A partir de la década de 1920 se suceden innumerables
expediciones de exploración, en las que poco a poco se comienzan a ampliar los
conocimientos existentes sobre la región. En 1929 en la revista “Cultura
Venezolana” se menciona por primera vez a la Gran Sabana por ese nombre. Cardona
explora y asciende por primera vez Tepuyes como el Sarizariñama (1932),
Auyantepuy (1937), Aperará (1946), Acopan (1947). En 1937, un piloto y
aventurero norteamericano, James (Jimmy) Ángel sobrevuela el Auyantepuy
descubriendo el salto de agua más grande del mundo, el Churún –Meru, que hoy se
conoce también como “Salto angel”. En los años siguientes se fundan nuevos
centros poblados gracias a la incesante acción misionera de la región. Hoy en
día la existencia de una excelente red de carreteras asfaltadas nos permiten
internarnos en tan vasto territorio. O ya en busca de oro o diamantes como
aquellos exploradores de antaño, sino en pos de poder contemplar aquella
extraordinaria riqueza natural, que constituye un gozo para losa sentidos y un remanso
de paz y sosiego para el espíritu.
Por toda su historia, la Gran Sabana nos hace recordar lo frágil
y único de aquel ambiente natural. Por el que tenemos que crear el deber del
respeto hacia su equilibrio ecológico y a las comunidades indígenas que allí habitan
desde tiempos remotos. Recordemos que cualquier esfuerzo que hagamos para
preservar y conservar sus ambientes, contribuirá al bienestar de todos los que
visitamos ese maravilloso lugar, aun llamados por los más románticos y
soñadores como “El mundo Perdido”
Bueno amigos, espero les haya gustado y los motive a visitar esa hermosa región del mundo.
Hasta la próxima entrada.
Cuídense.
"Todo el contenido publicado en esta entrada fue obtenido de un articulo del mismo nombre, escrito por mi en el blog: www.elmundoesuncirculo.wordpress.com"
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