Hoy es mi ultimo domingo - por ahora - en Cambridge, así que me toca terminar esta especie de diario de viaje y experiencia personal que he ido transmitiendo a ustedes cada vez que he podido, pero ya a partir de la semana próxima podre volver a la normalidad y retomar con la temática acostumbrada en el blog.
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Realmente un sitio muy acogedor y muy bien llevado de la mano de
tan simpáticos caseros. Mi habitación, muy amplia bien decorada, limpia y por
sobre todas las cosas súper tranquila. De verdad que voy a extrañar tanta paz y
silencio a mi regreso a la ruidosa España otra vez. Pero bueno una de las
mejores cosas de este guest house aparte de su tranquilidad era el servicio de
desayunos, servidos por los anfitriones en un comedor de lo más surtido en todo
tipo de jugos, dulces y frutas. Como voy a negarlo como dice el refrán al país
donde vayas haz lo que vieras, así que religiosamente pedía el tradicional
desayuno inglés, desayuno que cuando lo veía pedir a los ingleses allí donde
vivo, decía cómo es posible que se puedan comer tantas cosas a esas horas, empezando
por los frijoles, pero aquí con este frío clima lo pude entender, la aquella
comunión de huevos, champiñones, tomates, salchichas inglesas, tocineta y por
supuesto los infaltables frijoles son la combinación perfecta para aguantar una
dura y fría mañana de trabajo. Y como ocurre en la mayoría de cosas en la vida,
te terminas acostumbrando a ellas, bienvenido seas desayuno inglés.
Después de nuestro periodo de entrenamiento y de “luna de miel”
con el videojuego, nos trasladamos a la que sería nuestro ligar de trabajo por
un tiempo. Cambridge aparte de distinguirse por muchas cosas interesantes, se
reconoce también en el mundillo de los videojuegos como la sede de algunas
importantes empresas desarrolladoras de videojuegos tanto para las distintas
marcas de consolas y pc, como también a las dedicadas al interesante sector del
mercado online. En una de estas empresas, una de las más importantes nos tocaría
desarrollar nuestro trabajo.
Paralelo a nuestro traslado
a la empresa nos tocó también decirles adiós a los simpáticos anfitriones del
Worth House y nos mudamos a una casa de alquiler situada en las afueras de
Cambridge. Sovereign Place, es el nombre de la urbanización a la que fuimos a
vivir, situado en Arbury zona de clase media trabajadora y realmente un sitio muy
tranquilo, seguro y con una casa amplia, decente y limpia, vamos una casa muy
normalilla para el común de casas inglesas. Una cosa curiosa, en Cambridge
realmente en las urbanizaciones no hay edificaciones de más de tres pisos, los
pocos edificios altos o medianamente altos están en la zona central y comercial
de la ciudad, pero en las urbanizaciones la unidad que destaca sobre el paisaje
son las casas individuales, mayormente en grupos de casas de tres o más de
ellas adosadas o en grupos cerrados con una especie de jardín interior formando
lo que aquí llaman “Court”. Por este motivo las calles te parecieran más
amplias y como diferentes clases y tipos de árboles están sembrados a todo lo
largo y ancho de sus calles, donde predomina el verde de los jardines y
“Greens” como los llaman aquí, se hace muy agradable los paseos y recorridos
por ellas, a cualquier hora, sin problemas, doy fe de ello, y de noche sobre
todo es todo un espectáculo cuando el
cielo está despejado, el contemplar la enorme cantidad de estrellas y
constelaciones que se pueden apreciar a simple vista desde este lado del mundo.
Bueno, cuando como jugador de videojuegos, cuando te dicen que
trabajaras como tester de juegos y QA de localización te imaginas que has
tocado el cielo con las manos, trabajar como video tester, ¡guau! decimos, pero
la gran verdad es que es un trabajo que exige una gran dedicación, múltiples
conocimientos, en el caso que me ocupa como tester y QA de Localización, un
dominio excelente del idioma, el español en mi caso, y muchas pero muchas horas.
De verdad amigos es un trabajo muy bonito, interesante pero en buena parte del
tiempo, muy estresante por el nivel de exigencia y concentración exigido a los
tester.
Después de dos semanas de frenético trabajo fui cambiado para
ocupar labores de revisor y testeo de localización en el departamento de
traducción de la empresa, básicamente debido a abandonos de última hora por
otros miembros del personal, esta parte del trabajo aunque quizás en teoría con
un nivel de estres menor, pero no dejaba de tener importancia ya que
correspondía a la parte vital de todo juego, que lo que se dice en el juego a
parecer escrito guarde concordancia con el juego y este bien, más sobre todo en
este caso que había que adaptar el juego de lenguaje español al hablado en
Suramérica. Particularmente fue una gran experiencia de aprendizaje constante
para mí ya que me sumergí durante un tiempo en el delicado y preciso mundo de
la traducción. Allí compartí mí día a día hasta el final del proyecto con verdaderos
profesionales de este tan exigente arte. Me quito el sombrero ante ellos, para
todo ese extraordinario grupo de profesionales, Chapo.
Aparte del trabajo, la ciudad ofrece un gran número de actividades
la gran mayoría de ellas dedicadas al área cultural y de entretenimiento.



Otra de las cosas buenas que cuenta Cambridge es con una amplia
cantidad de buenos artistas callejeros y particularmente músicos de calle, de
todas las edades, sexos y estilos musicales, los que demuestran además de buena
ejecución y arte, un extraordinario talento que más de una buena banda ya
quisieran tener entre sus filas. Y creo que por algunos de ellos se pelearían
más de una banda por tenerlos con ellos, doy de verdad buena fe de ellos he
visto desde solitarios y ancianos bluesman, grupos de corte clásico, cantantes
en plan Dylan, bandas de rock, pop, músicas celtas y hasta de música flamenca y
de verdad todo lo que he visto me parece excelente, irradian todos ellos muy
buena clase, Cambridge es una ciudad donde se respiran vientos de muy buena
música.

Algo que hace muy interesante a Cambridge, es que está muy bien
comunicada por tren y autopistas, con algunas de las más importantes ciudades de
Inglaterra, pero en especial con Londres, por lo que una vez que estamos aquí
conviene planificar un fin de semana y dedicarle una visita a Londres o la City como la llaman los ingleses.


Me llevo una buena imagen de Cambridge: la de una ciudad tranquila, culta, llena de gente joven, de calles silenciosas, gente amable, de agradables y relajados paseos por cualquiera de sus rincones, tierra de innumerable cantidad de aves donde con sus cantos despejan el estrés de sus calles y rincones, y donde majestuosos, hermosos y bien alimentados gatos se pasean sin prisas por calles y jardines.

De verdad que me voy quedándole muy agradecido a la empresa que me
contrato por la gran oportunidad que me dio y por haber creído en mí desde el
primer momento pese a todas las pequeñas dificultades que pudo haber
significado mi básico dominio del idioma, demostraron con su buen trato y
amabilidad ser uno de los grandes entre los más grandes, al darme su valioso
apoyo en todo momento, así como a la ayuda espontanea de tantas buenas personas
que me ayudaron mis “pequeños ángeles”, en fin me voy muy agradecido, fue una
extraordinaria experiencia a nivel personal y profesional, así como también me
voy muy contento por las nuevas y buenas amistades que dejo por estas tierras y
que la tecnología no permitirá que las pierda, mis más sinceras gracias para
todos, y ya para terminar regreso a mi hogar con el pensamiento de ser una
persona diferente de la que llego hace tan solo unos meses, pienso que esta
experiencia me ayudo a crecer en muchos sentidos y me abrió los ojos para ver
ciertas cosas con otro matiz, y porque no,
me gustaría pensar que si, si valió la pena, regreso siendo mejor
profesional y persona después de esta formadora y reveladora experiencia en el
apasionante mundo de los videojuegos y del interesante y poco conocido mundo de
los traductores. Espero de verdad no pase mucho tiempo para que la misma se
pueda repetir.
Me despido con esta frase “Cuando se quiere y se lucha por ellas, tarde o tempano las cosas llegan. De verdad siempre llegan”.
Me despido con esta frase “Cuando se quiere y se lucha por ellas, tarde o tempano las cosas llegan. De verdad siempre llegan”.
Eso es todo amigos cierro así el último capítulo de mi Cambridge
Diary.
Hasta una próxima entrada.
Cuídense.